21 de septiembre de 2011

Que raro que se siente, no? Sentir que necesitás ser libre pero TENER que estar acompañado siempre por una persona.

Si, la soledad me da pánico. No puedo evitarlo. Tal vez eso me lleva a cometer tantos errores; creo que es parte de mis defectos. Me estoy dando cuenta que estoy hasta las manos con los defectos Y ME PONE UN TOQUE NERVIOSA.

Les dejo acá un poco de mi imaginación:

Ella era creativa llena de vida pero de a poco se unió al club de los apagados. Él con su vida consumida por la droga, alcohol & rock n' roll; la arrastró hacia un camino sin retorno en que el amor la hundió y cegó por completo.
Nadie sabe como pero la enamoró. Y nadie puede entender que fue lo que le vio tampoco. Ella siempre nombraba sus ojos profundos que no lograba decodificar; el resto veía un par de ojos negros como la noche, vacios por dentro.
Vivían juntos, compartían la esquina, la birra y el faso. Compartían la cama y alguna noche de pasión también. Pero nunca nadie se hubiera imaginado que un atque de celos mesclado con furia, definiría la vida de ella. No tuvo él mejor idea que un tiro en la nuca, no se atrevía a dispararle mirándola a los ojos.
Ella se salvó. Perdón.. Quise decir que su corazón siguió latiendo. Porque su vida no era la misma, ya no tenía sentido. Sentada en una silla de ruedas y apagada como nunca antes ella siguió su vida gris, sin él. Jamás volvió a amar ni a sentir por alguien, ella sencillamente a las pocas semanas de ver su vida arruinada, apretó el gatillo y esta vez, su corazón paró.

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